PARA QUE EL MUNDO DEL FUTURO NO PADEZCA LA FALTA DE AGUA POTABLE ES NECESARIO QUE LOS GOBIERNOS, LAS EMPRESAS Y CADA PERSONA ACTÚEN RESPONSABLEMENTE, PROMOVIENDO Y HACIENDO UN USO RACIONAL DE ELLA.

martes, 25 de agosto de 2020

 Cuál es la situación de las reservas de agua dulce en el mundo

Como dijimos, llamamos reservas de agua a aquellas masas de agua dulce que representan una fuente útil o potencialmente útil para las actividades desarrolladas por el ser humano. Los distintos usos del agua pueden ser agrícolas, industriales, domésticos u otras actividades ambientales.


La distribución del agua en el mundo es que el 97% del agua existente en el planeta corresponde a masas de agua salada como océanos o mares, mientras que tan solo el 3% es agua dulce, entre las cuales aproximadamente dos tercios, se encuentra congelada en glaciares o casquetes polares. Otras fuentes de agua dulce son ríos, lagos, aguas subterráneas o embalses. Casi todos los usos del agua utilizan agua dulce.


El agua dulce representa un recurso renovable mediante las precipitaciones, principalmente. Sin embargo, debido a factores como el cambio climático, acompañado del descenso de precipitaciones anuales en muchas zonas del mundo y la creciente desertificación del clima en la tierra, están haciendo que la oferta mundial de agua limpia y fresca sea cada vez más escasa.


Además de esto, la demanda de agua es mayor que su oferta en muchas partes del mundo y continua aumentando conforme la población mundial aumenta. Tan solo durante el siglo XX, ha aumentado la concienciación acerca de la importancia de preservar el agua del planeta, pero aún queda mucho por hacer.


Qué son las reservas de agua natural y artificial - Cuál es la situación de las reservas de agua dulce en el mundo


Cuáles son las reservas de agua artificial y natural

Las reservas de agua pueden ser naturales o artificiales. A continuación, explicamos cada uno de estos tipos de reservas hídricas:


Reservas de agua artificiales: están constituidos por aquellas masas de agua superficiales que son creadas por la actividad humana mediante la construcción de cauces artificiales que luego son rellanados de agua y renovados con el agua de las precipitaciones. Dentro de estas reservas encontramos los embalses artificiales, las presas, lagos artificiales o algunos pantanos artificiales. También se incluyen como reservas artificiales aquellas que se obtienen mediante procesos artificiales como desalinización de aguas naturales.

Reservas de agua naturales: incluyen todas aquellas masas de agua que se forman en cauces que están creada por procesos naturales. Estos incluyen lagos, ríos, embalses creados por procesos naturales o el agua subterránea.

En los siguientes apartados explicaremos cada una de las reservas de agua dulce que hay en el mundo.


Reservas de aguas superficiales

Esta incluye a los ríos, lagos, embalses artificiales y humedales de agua dulce. Estas masas de agua se renuevan de forma natural mediante las precipitaciones y se pierden por la gestión de las actividades humanas, evaporación, evapotranspiración e infiltración a través del subsuelo.


Aunque la mayor entrada y renovación natural de estas fuentes de agua son las precipitaciones, existen otros factores como son la capacidad de almacenamiento de los lagos, humedales y embalses artificiales, la permeabilidad del subsuelo debajo de esta masas de agua, características de escurrimiento del sustrato de la cuenca, periodo de las lluvias y tasas locales de evaporación, que varían con el clima de la zona.

Qué son las reservas de agua natural y artificial - Reservas de aguas superficiales

Qué son las reservas de agua natural y artificial - Reservas de aguas superficiales


Reservas de agua hiporreica

Estas incluyen el agua que fluye a través de rocas y gravas del fondo de otras masas de agua y las características del suelo en la zona hiporreica. Es por esto, que en zonas de grandes valles, las reservas agua hiporreica pueden superar al agua visible del curso o agua superficial.


El problema de estas reservas, aparte de que el acceso a ellas es más complejo que el de las reservas superficiales, es que en muchas zonas están contaminadas, no solo por la contaminación del agua superficial cercana, sino también por la contaminación del suelo.


Reservas de aguas subterráneas

Las reservas de aguas subterráneas, como su nombre indica, están bajo tierra y, concretamente, son las que incluyen a las masas de agua dulce que se encuentran en el espacio poroso de suelos y rocas. También incluyen el agua de los acuíferos bajo el nivel freático. En ocasiones, este tipo de aguas subterráneas, como el agua de los acuíferos, se llama agua fósil y hay que diferenciarla bien de las aguas hiporreicas, pues no son exactamente lo mismo.


Las reservas naturales de la desalinizaciones

La desalinización de las aguas es un ejemplo de la aplicación de procesos artificiales en la obtención de reservas de agua artificiales. El proceso de desalinización de aguas resulta caro comparado con otras fuentes de agua, por lo que este proceso es minoritario, usándose solo para usos de alto valor en zonas más áridas (como procesos industriales). Uno de los lugares de la Tierra en el que más se utiliza este proceso para obtener reservas de agua artificiales es el Golfo Pérsico, un lugar en el que escasea el agua en reservas naturales para estos procesos.


Reservas de agua congelada

Esta agua incluye las masas de agua que se encuentran en forma congelada dentro de los glaciares y casquetes polares. Por el momento, no aporta mucha agua a las reservas de agua dulce del planeta y tan solo se ha usado con fines científicos. De conseguirse en un futuro, este proceso artificial constituiría una reserva artificial de agua, ya que sería extraída de forma artificial.


Qué son las reservas de agua natural y artificial - Reservas de agua congelada


 



EL AGUA Y SU CICLO

1- El agua es un recurso renovable, escaso y vulnerable

El agua es un elemento insustituible para el sostenimiento de la vida humana y el resto de los seres vivos, siendo al mismo tiempo un insumo imprescindible en innumerables procesos productivos. A pesar de ser renovable, la escasez del agua se manifiesta gradualmente a medida que aumentan las demandas y los conflictos por su uso. Su carácter de vulnerable se manifiesta en la creciente degradación de su calidad, lo cual amenaza la propia existencia de la vida.


2- El agua tiene un único origen

Toda el agua que utilizamos, ya sea que provenga de una fuente atmosférica, superficial o subterránea, debe ser tratada como parte de un único recurso, reconociéndose así la unicidad del ciclo hidrológico y su importante variabilidad espacial y temporal. La conectividad hidrológica que generalmente existe entre las distintas fuentes de agua hace que las extracciones y/o contaminaciones en una de ellas repercutan en la disponibilidad de las otras. De ello se desprende la necesidad de que el Estado ejerza controles sobre la totalidad de las fuentes de agua, dictando y haciendo cumplir la normativa para el aprovechamiento y protección de las diversas fuentes de agua como una sola fuente de suministro.

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EL AGUA Y EL AMBIENTE

3- Incorporación de la dimensión ambiental

La preservación de un recurso natural esencial como el agua es un deber irrenunciable de los Estados y de la sociedad en pleno. Por ser así, la gestión hídrica debe considerar al ambiente en todas sus actividades, desde la concepción misma de los proyectos y programas hasta su materialización y continua evolución. La incorporación de la dimensión ambiental en la gestión de los recursos hídricos se logra mediante el establecimiento de pautas de calidad ambiental, el desarrollo de evaluaciones ambientales estratégicas para planes y programas (etapa de preinversión), y la realización de evaluaciones de riesgo e impacto y de auditorías ambientales para proyectos específicos. Así, mediante el análisis de la vulnerabilidad ambiental, se busca reducir los factores de riesgo y lograr el equilibrio entre el uso y la protección del recurso.


4- Articulación de la gestión hídrica con la gestión ambiental

La interrelación que existe entre la gestión de los recursos hídricos y la problemática ambiental no admite compartimientos estancos entre las administraciones de ambos sectores. De ello se desprende la necesidad de otorgarle al manejo de los recursos hídricos un enfoque integrador y global, coherente con la política de protección ambiental, promoviendo la gestión conjunta de la cantidad y calidad del agua. Ello se logra mediante la actualización y armonización de las normativas y una sólida coordinación intersectorial tendiente a articular la gestión hídrica con la gestión ambiental, actuando en el marco constitucional vigente.


5- Articulación de la gestión hídrica con la gestión territorial

Las múltiples actividades que se desarrollan en un territorio (agricultura, ganadería, explotación forestal, minería, urbanización, industria) afectan de una u otra forma sus recursos hídricos. De ello se desprende la necesidad de imponer prácticas sustentables en todas las actividades que se desarrollen en las cuencas hídricas. Al mismo tiempo exige que el sector hídrico participe en la gestión territorial de las mismas, interviniendo en las decisiones sobre el uso del territorio e imponiendo medidas mitigatorias y restricciones al uso del suelo cuando pudiera conducir a impactos inaceptables en los recursos hídricos, especialmente aquellos relacionados con la calidad de las aguas, la función hidráulica de los cauces y los ecosistemas acuáticos.


6- Calidad de las aguas

Mantener y restaurar la calidad de las aguas constituye la meta de la gestión hídrica más valorada por la sociedad, lo cual demanda una efectiva complementación de las acciones desarrolladas por las autoridades hídricas provinciales y nacional. Con tal fin, la autoridad hídrica nacional establecerá a modo de presupuestos mínimos "niveles guía de calidad de agua ambiente" que sirvan como criterios referenciales para definir su aptitud en relación con los usos que le sean asignados. Sobre la base de tales criterios, las autoridades hídricas provinciales tendrán el cometido de establecer objetivos y estándares de calidad para sus cuerpos de agua y el de diseñar e implementar las acciones de evaluación y control tendientes a proteger o restaurar la calidad de sus cuerpos de aguas de acuerdo a los usos que les asignen a los mismos.


7- Acciones contra la contaminación

La contaminación de los recursos hídricos, que en nuestro país exhibe manifestaciones de diverso tipo y grado, exige asumir una estrategia integral conformada por acciones consistentes y sostenidas en el tiempo que permitan verificar la conservación de la calidad del agua ambiente o el cumplimiento de metas progresivas de restauración de dicha calidad. Tal estrategia involucra la definición de programas de monitoreo y control de emisión de contaminantes diferenciados para cada cuenca, con premisas de diseño e implementación fijadas en función de las características contaminantes prioritarias de los vertidos provenientes de fuentes fijas y dispersas, de las características de los cuerpos receptores y del destino asignado a estos últimos.


8- Agua potable y saneamiento como derecho humano básico

El consumo de agua no potable y la falta de servicios de saneamiento adecuados constituyen causas principales de enfermedades que impactan negativamente en el desarrollo de las comunidades, la salud de la población y la integridad de los ecosistemas. La atención a estos problemas exige la integración de las cuestiones relativas al agua potable y al saneamiento en las políticas de gestión de los recursos hídricos y la disponibilidad de recursos financieros permanentes para mejorar y aumentar las coberturas de agua potable y saneamiento para la totalidad de la población urbana y rural. Asimismo, el impacto de la contaminación directa e indirecta sobre las fuentes de agua destinadas al consumo humano requiere el desarrollo de investigaciones sistemáticas sobre la incidencia de su calidad en los indicadores de salud de la población.


9- Control de externalidades hídricas

La gestión integrada de los recursos hídricos debe prever y controlar externalidades negativas, explicitando los impactos ambientales y perjuicios a terceros que pudiera aparejar un determinado manejo, asignación del recurso o contaminación de una fuente de agua. Ello determina la obligatoriedad por parte de los responsables de internalizar los costos y asumir la recomposición o reparación de los daños ocasionados. En este contexto se destaca la aplicación de instrumentos jurídicos y económicos para desalentar la contaminación y estimular la inversión en tecnologías limpias que eviten o mitiguen la contaminación.


10- Impactos por exceso o escasez de agua

Las inundaciones recurrentes y la obstrucción del escurrimiento natural de las aguas constituyen serios problemas para vastas zonas del territorio nacional. Las soluciones que se adopten deben tener como premisa esencial evitar la traslación de daños y la adopción de medidas de mitigación y de restricción de ocupación de las áreas de riesgo, rescatándose el valor ambiental de las planicies de inundación para mitigar el impacto de las inundaciones. En situaciones de escasez deben evitarse las extracciones descontroladas de aguas superficiales y subterráneas que degraden los ecosistemas y atenten contra la sustentabilidad de los acuíferos. Ello exige ingentes esfuerzos de monitoreo y una estricta regulación conjunta de ambas fuentes de agua en términos de cantidad y calidad.


11- Conservación y reuso del agua

Las prácticas conservacionistas y el reuso del agua brindan oportunidades para el ahorro del recurso que derivan en importantes beneficios sociales, productivos y ambientales; beneficios que deben compartirse entre los múltiples usuarios del recurso. El reciclado del agua a partir de la modificación de procesos industriales, la disminución de los altos consumos de agua potable, el reuso de aguas residuales proveniente de centros urbanos e industriales en otras actividades, el aumento de eficiencia en el consumo de agua por el sector agrícola bajo riego; constituyen líneas de acción concurrentes en pos del uso racional y sustentable del recurso.

¿Nos quedaremos algún día sin agua?

Cuidado del agua

 


El agua, un recurso esencial

El agua es una fuente de vida insustituible y fundamental para el desarrollo de la sociedad. Además de ser esencial, el agua es un recurso agotable y cada vez más escaso a escala mundial.


Por ello, si logramos disminuir el consumo de agua potable, contribuiremos a preservar el medio ambiente y a mantener la calidad del servicio. Al mismo tiempo, podremos favorecer nuestra condición de vida y construir un importante vínculo solidario.


Por estas razones, es imprescindible que hagamos un uso apropiado del recurso.



Algunos datos de consumo:

El consumo de agua necesario por persona para vivir se estima en 80 litros diarios. Sin embargo en nuestro ámbito de concesión se consumen, en promedio, 300 litros diarios por persona.


Una canilla abierta verte entre 6 y 7 litrosde agua por minuto.

Las piletas de material tienen entre 50 mil y 70 mil litrosde capacidad de agua.

Las piletas de lona contienen entre 5 mil y 10 mil litrosde agua.

Una canilla que gotea desperdicia 12 mil litrosde agua anuales.

Un tanque de inodoro que pierde agua dilapida entre 34 mil y 80 mil litrospor año.

Consejos para el uso racional y solidario del agua potable:

Hacer un uso solidario del recurso: dado que el agua se distribuye a través de un sistema de cañerías interconectadas, el abuso de este recurso por parte de un sector perjudica necesariamente a toda la red.

Cuidar las reservas:Se recomienda mantener reservas de agua, tanto en la heladera para consumo y cocción de alimentos, como disponible en el tanque.

Evitar o restringir actividades como: riego de calles de tierra, pavimento, veredas y jardines, principalmente durante el día.

Utilizar baldes en lugar de mangueras para regar o realizar la limpieza hogareña, ya que de esta manera no se desperdicia el recurso.

Recuerde que no está permitida la utilización de bombas succionadoras en las viviendas, debido a que éstas restan presión a la red.

Piletas de lona

Tomar medidas para reducir al máximo la periodicidad con que se renueva el caudal.

Cubrir la pileta con una media sombra cuando no se usa para impedir el ingreso de hojas, polvo y cualquier otra materia orgánica.

Limpiar la superficie con una rejilla mosquitera, todos los días.

Diluir una taza de lavandina por cada mil litros de agua en una regadera y verterla por toda la superficie de la pileta los días de uso intensivo; hacerlo por la noche, ya que en el día las altas temperaturas bajan la concentración de cloro libre al hipoclorito de sodio (lavandina).

El vaciado como el llenado de piletas debe realizarse en horarios nocturnos.


Evitemos el derroche de agua potable

En verano y los días de calor aumenta la demanda de agua potable y, por tanto, la necesidad de evitar su derroche. En esta época, además de ser utilizada para ingesta, preparación de alimentos, higiene y quehaceres domiciliarios, comienza a ser usada con mayor frecuencia y en actividades recreativas, como el llenado de natatorios y piletas de lona.


Cabe destacar que al tratarse de un recurso limitado, su abuso por parte de un usuario o un sector tiene consecuencias para el resto de los consumidores, como menor presión o falta de agua.



lunes, 7 de marzo de 2011

Buscándole soluciones a la gestión del agua

El agua, una molécula simple de características extraordinarias, es mucho más que unrecurso renovable; es, ni más ni menos, la base de la vida en el planeta Tierra. El agua no sólo es indispensable para vivir: es la vida. Así pues, parece razonable preocuparse por el estado actual y futuro del agua en el planeta. La palabra clave, que refleja la situación actual del agua y sus perspectivas futuras a nivel global, es la escasez.Catarata
Esta escasez es consecuencia de que el crecimiento de la economía mundial se haya multiplicado por siete en los últimos cincuenta años del siglo XX, condicionando de forma decisiva la vida de muchas personas en el siglo XXI. La aparición simultánea de un déficit de agua que aumenta con rapidez en tantos países exige un enfoque totalmente nuevo de la política hidrológica, un enfoque que no se centre en el incremento del suministro sino en la gestión de la demanda. La gestión de la escasez del agua va a afectar lo que se come, cómo se eliminan los residuos e incluso el lugar que se habita.
La explosión demográfica de las últimas décadas y las perspectivas de crecimiento de la población a corto plazo han creado una presión sobre los recursos hídricos sin precedentes en la historia de la humanidad. Tradicionalmente, se han considerado los sectores urbanoindustrial yagrícola como los principales usuarios del agua. Sin embargo, en los últimos tiempos, ha emergido con fuerza otro sector que demanda parte de los recursos; se trata delsector ambiental, que ha dejado de ser residual para pasar a tener una alta prioridad. Dicha prioridad está justificada, pues la demanda ambiental no debe entenderse sólo con el objeto de preservar el entorno ya que, incluso desde un punto de vista utilitario, el ambiente juega un papel esencial en la renovación y depuración de los recursos hídricos. Para cumplir este papel, el ambiente requiere parte del recurso como cualquier otro sector. Baste señalar la magnitud de los que son problemas prioritarios en la actualidad:
  1. En el planeta, hay mas de 1.000 millones de personas que no disponen de instalaciones para abastecerse de agua y 2.400 millones se ven privadas de acceso a sistemas de saneamiento.
  2. El 70% del agua utilizada por la humanidad se destina a la agricultura, sobre todo al regadío.
  3. Cada día mueren en el mundo 6.000 personas, en su mayoría niños menores de cinco años, a consecuencia de enfermedades diarreicas causadas por los problemas del agua.
  4. Desde 1900 ha desaparecido el 50% de los humedales del mundo.
  5. Entre 1990 y el 2001 la Tierra padeció el azote de 2.200 desastres naturales relacionados con el agua.
Hacia el año 2025, existirán 2.500 millones de personas más que hoy en día a los que habrá que abastecer y alimentar. Si continúa la tendencia a una creciente desigualdad entre países industrializados y países en desarrollo, entre ricos y pobres, como sucede entre países y dentro de cada país, se agravarán las tensiones en lo referente a la distribución de los recursos hídricos.
En La Tierra, hay mas de 1.000 millones de personas que no disponen de instalaciones para abastecerse de agua y 2.400 millones se ven privadas de acceso a sistemas de saneamiento.

El agua en Latinoamérica

América Latina muestra uno de los mayores índices mundiales de consumo de agua por habitante, tanto por el uso agrícola como el uso doméstico, como por el empleo de los ríos para la generación de energía y en la explotación de otros recursos naturales.
En América Latina, un solo tramo de un río, sin hablar de su cuenca, puede ser fácilmente intervenido, por más de 150 actores diferentes, entre los cuales se deben nombrar municipios, ministerios, secretarias regionales, superintendencias, empresas públicas y usuarios, sin que ellos se comuniquen entre sí o coordinen sus acciones.

Nuevas soluciones

La creciente crisis mundial del agua amenaza la seguridad, la estabilidad y la sustentabilidad del ambiente. Esto se debe a que los problemas de este elemento esencial se relacionan con la ineficiencia, especialmente por las decisiones en materia política y tecnología. En los procesos de desarrollo de los sistemas de abastecimiento de agua, se consideró durante muchos años que la tecnología era la solución principal a los problemas, y por consiguiente era necesario transferirla de manera masiva, de los países industrializados hacia los países en desarrollo. Estas tecnologías implantadas, sin tener en cuenta las condiciones locales, fracasaron y tuvieron consecuencias funestas para la población y el ambiente. No funcionaron porque, al parecer, olvidaron que el fin último de la tecnología era que la gente la usara, que funcionara a través del tiempo y que el uso dado por las comunidades, estaba determinado por su contexto sociocultural, económico y ambiental.
Plantas y lago
En los últimos años se ha visto reforzada la convicción de que la gestión de los recursos hídricos ha de llevarse a cabo de forma integrada, de que la evaluación de los recursos es fundamental para la toma de decisiones racionales y que deben apoyarse sin reservas las capacidades nacionales para llevar a cabo las evaluaciones necesarias. Las decisiones administrativas que pretenden aliviar la pobreza, propiciar el desarrollo económico, garantizar la seguridad alimentaria y la salud de la población, así como preservar los ecosistemas vitales, deben basarse en una mayor comprensión de todos los sistemas implicados. Frente a esta situación, se ha venido trabajando en modelos de gestión del agua y saneamiento básico, teniendo en cuenta la participación de la comunidad. Este es el modelo que debe implementarse ya que se ha comprobado que la participación de la comunidad en los proyectos de desarrollo da buenos resultados, cuando la población afectada se involucra en los proyectos y se le permite contribuir con sus conocimientos a la configuración de estos, tornando el trabajo más eficaz y productivo. Al mismo tiempo, se aumenta la capacidad de los individuos para organizarse a fin de hallar soluciones a los problemas que los aquejan. Generar capacidad de gestión en las comunidades implica asumir proyectos relacionados con las problemática del agua, desde ópticas más amplias.
Hay que recuperar el valor primitivo del agua, su valor social y personal. El agua, como antaño, sigue siendo un tesoro. Un tesoro dinámico que se acrecienta con una filosofía del uso en la que participa toda la sociedad. Una filosofía del uso que se fundamenta en dos pilares: el ahorro y la progresiva disminución de la contaminación. En fin, una sociedad que se implica también gestionando adecuadamente el recurso para repartirlo con parámetros de solidaridad.
Es necesario un debate social que estimule una nueva gestión de grupo basada en una información veraz, en un diálogo continuado; que despoje al agua de unas presiones demasiado mercantilistas que impidan comprender su relevancia social. Una gestión que contemple una alternativa olvidada como es el multiuso, uso selectivo del agua, antes que su utilización indiscriminada. Una gestión que sepa que reducir el desperdicio del presente es una de las más valiosas opciones de futuro.
Sin lugar a dudas, la crisis por la que atraviesa el Planeta nos compromete a desarrollar políticas sustentables, donde el ingenio siempre abusa de la capacidad para orquestar la estrategia que nos permita adelantarnos a las consecuencias nefastas, o simplemente a sobrellevar el arqueo de la problemática ambiental.


La próxima guerra... la guerra del agua

El agua brota como el mayor conflicto geopolítico del siglo XXI ya que se espera que en el año 2025, la demanda de este elemento tan necesario para la vida humana será un 56% superior que el suministro... y quienes posean agua podrían ser blanco de un saqueo forzado. Se calcula que para los 6.250 millones de habitantes a los que hemos llegado se necesitaría ya un 20% más de agua. La pugna es entre quienes creen que el agua debe ser considerado un commodity o bien comerciable (como el trigo y el café) y quienes expresan que es un bien social relacionado con el derecho a la vida. Los alcances de la soberanía nacional y las herramientas Puesta de sol bajo el puentelegales son también parte de este combate.
Para comprender el problema, hay que considerar un rosario de datos basados en la extracción, distribución y consumo del agua - lo muestran la Biblia o el Corán- que poseen la edad del mundo; que han dado lugar a conflictos de gran magnitud. Lo nuevo del caso es que, desde hace una década, se acumulan las cifras que presagian que el planeta se encamina a una escasez cada vez más marcada.
El problema es que el agua es un recurso que se da sentado en muchos lugares, es muy escaso para los 1.100 millones de personas que carecen de acceso al agua potable, a las que habría que sumar otros 2.400 millones de personas que no tienen acceso a un saneamiento adecuado.
El problema no es la falta de agua dulce potable sino, más bien, la mala gestión y distribución de los recursos hídricos y sus métodos.
Más de 2.200 millones de habitantes de los países subdesarrollados, la mayoría niños, mueren todos los años de enfermedades asociadas con la falta de agua potable, saneamiento adecuado e higiene. Además, casi la mitad de los habitantes de los países en desarrollo sufren enfermedades provocadas, directa o indirectamente, por el consumo de agua o alimentos contaminados, o por los organismos causantes de enfermedades que se desarrollan en el agua. Con suministros suficientes de agua potable y saneamiento adecuado, la incidencia de algunas enfermedades y la muerte podrían reducirse hasta un 75 por ciento.
La mayoría de las regiones, el problema no es la falta de agua dulce potable sino, más bien, la mala gestión y distribución de los recursos hídricos y sus métodos. La mayor parte del agua dulce se utiliza para la agricultura, mientras que una cantidad sustancial se pierde en el proceso de riego. La mayoría de los sistemas de riego funcionan de manera ineficiente, por lo que se pierde aproximadamente el 60 por ciento del agua que se extrae, que se evapora o vuelve al cauce de los ríos o a los acuíferos subterráneos. Los métodos de riego ineficiente entraña sus propios riesgos para la salud: el anegamiento de algunas zonas de Asia Meridional es el determinante fundamental de la transmisión de la malaria, situación que se reitera en muchas otras partes del mundo.
Casi la mitad del agua de los sistemas de suministro de agua potable de los países en desarrollo se pierden por filtraciones, conexiones ilícitas y vandalismo. A medida que la población crece y aumentan los ingresos se necesita más agua, que se transforma en un elemento esencial para el desarrollo.
Puesta del sol sobre un lago
En algunas zonas, la extracción del agua ha tenido consecuencias devastadoras en el ambiente. La capa freática de muchas regiones del mundo se reducen constantemente y algunos ríos, como el Colorado en los Estados Unidos y el Amarillo en China, se secan con frecuencia antes de llegar al mar. En China, las capas freáticas acuíferas del norte han descendido treinta y siete metros en treinta años y, desde 1990 desciende un metro y medio cada año. El mar interior de Aral, en Asia Central, ya ha perdido la mitad de su extensión. El lago Chad era hace tiempo el sexto lago más grande del mundo, en la actualidad ha perdido casi el 90% de su superficie y esta agonizando.
Este recurso es un bien tan necesario que podría pasar a ser objeto de peleas políticas, si se lo observa sólo como un negocio: represas, canales de irrigación, tecnologías de purificación y de desalinización, sistemas de alcantarillado y tratamientos de aguas residuales. No debe olvidarse el embotellamiento del agua, puesto que es un negocio que supera en ganancias a la industria farmacéutica.
El origen de esta comercialización del agua habría que buscarla en noviembre de 2001, cuando los recursos naturales al igual que la salud y la educación, empezaron a ser objeto de negociaciones en la OMC (Organización Mundial de Comercio). La meta final es la liberalización de los servicios públicos para el 2005. Esto que suena árido y aburrido, puede simplificarse: lo que hasta ahora era regulado por los estados, pasará a ser mercado de libre comercio.
Dentro de este contexto, existen dos escenarios probables:
La apropiación territorial:
Esto podría realizarse mediante la compra de tierras con recursos naturales (agua, biodiversidad), tampoco se descarta un conflicto militar. Esta última hipótesis, nos transporta a la última guerra en Irak (Marzo 2003) y la apropiación de las grandes petroleras estadounidenses de los recursos iraquíes. No se descarta que con esa guerra hayan querido controlar los recursos hídricos de los ríos Eufrates y Tigris... ríos caudalosos en una de las zonas más áridas del planeta.
La privatización del agua:
En los últimos tiempos, las grandes corporaciones han pasado a controlar el agua en gran parte del planeta y se especula que en los próximos años, unas pocas empresas privadas poseerán el control monopólico de casi el 75% de este recurso vital para la vida en el planeta.
Una ola salta al aireLos gobiernos de todo el mundo -incluido de países desarrollados- están abdicando de su responsabilidad de tutela de los recursos naturales a favor de las empresas, según ellos, para mejorar la provisión del servicio. Las grandes corporaciones no son muchas. Las francesas Vivendi y Suez(clasificadas en los puestos 51 y 99 respectivamente en el Global Fortune 500 de 2001). La alemana RWE (en el puesto 53), que adquirió dos importantes empresas de agua, Thames Water en el Reino Unido y American Water Works, en Estados Unidos de Norteamérica. La intervención privada dio pie, en algunos lugares a un aumento exagerado del costo del agua. En la Provincia de Tucumán - Argentina-, la empresa Vivendi enfrentó la furia popular y en Sudáfrica la empresa concesionada con el suministro no tuvo problemas en cerrar la canilla de un 80% de los pobladores de Alexandra Township por falta de pago.
El Banco Mundial juega un papel clave, fomentando las privatizaciones -prestando dinero para las reformas en el sistema de agua-, invirtiendo y finalmente como juez en caso de conflicto entre los inversionistas y los Estados.
Mientras poblaciones no tienen acceso a la salubridad, grandes corporaciones venden agua pura embotellada para subsanar el mal. Entre 1970 y 2000, la venta del agua creció más de 80 veces. En 1970 se vendieron en el mundo mil millones de litros. En 2000, 84 mil millones. Las ganancias fueron de 2.2 mil millones de dólares.