PARA QUE EL MUNDO DEL FUTURO NO PADEZCA LA FALTA DE AGUA POTABLE ES NECESARIO QUE LOS GOBIERNOS, LAS EMPRESAS Y CADA PERSONA ACTÚEN RESPONSABLEMENTE, PROMOVIENDO Y HACIENDO UN USO RACIONAL DE ELLA.

martes, 25 de agosto de 2020

 Cuál es la situación de las reservas de agua dulce en el mundo

Como dijimos, llamamos reservas de agua a aquellas masas de agua dulce que representan una fuente útil o potencialmente útil para las actividades desarrolladas por el ser humano. Los distintos usos del agua pueden ser agrícolas, industriales, domésticos u otras actividades ambientales.


La distribución del agua en el mundo es que el 97% del agua existente en el planeta corresponde a masas de agua salada como océanos o mares, mientras que tan solo el 3% es agua dulce, entre las cuales aproximadamente dos tercios, se encuentra congelada en glaciares o casquetes polares. Otras fuentes de agua dulce son ríos, lagos, aguas subterráneas o embalses. Casi todos los usos del agua utilizan agua dulce.


El agua dulce representa un recurso renovable mediante las precipitaciones, principalmente. Sin embargo, debido a factores como el cambio climático, acompañado del descenso de precipitaciones anuales en muchas zonas del mundo y la creciente desertificación del clima en la tierra, están haciendo que la oferta mundial de agua limpia y fresca sea cada vez más escasa.


Además de esto, la demanda de agua es mayor que su oferta en muchas partes del mundo y continua aumentando conforme la población mundial aumenta. Tan solo durante el siglo XX, ha aumentado la concienciación acerca de la importancia de preservar el agua del planeta, pero aún queda mucho por hacer.


Qué son las reservas de agua natural y artificial - Cuál es la situación de las reservas de agua dulce en el mundo


Cuáles son las reservas de agua artificial y natural

Las reservas de agua pueden ser naturales o artificiales. A continuación, explicamos cada uno de estos tipos de reservas hídricas:


Reservas de agua artificiales: están constituidos por aquellas masas de agua superficiales que son creadas por la actividad humana mediante la construcción de cauces artificiales que luego son rellanados de agua y renovados con el agua de las precipitaciones. Dentro de estas reservas encontramos los embalses artificiales, las presas, lagos artificiales o algunos pantanos artificiales. También se incluyen como reservas artificiales aquellas que se obtienen mediante procesos artificiales como desalinización de aguas naturales.

Reservas de agua naturales: incluyen todas aquellas masas de agua que se forman en cauces que están creada por procesos naturales. Estos incluyen lagos, ríos, embalses creados por procesos naturales o el agua subterránea.

En los siguientes apartados explicaremos cada una de las reservas de agua dulce que hay en el mundo.


Reservas de aguas superficiales

Esta incluye a los ríos, lagos, embalses artificiales y humedales de agua dulce. Estas masas de agua se renuevan de forma natural mediante las precipitaciones y se pierden por la gestión de las actividades humanas, evaporación, evapotranspiración e infiltración a través del subsuelo.


Aunque la mayor entrada y renovación natural de estas fuentes de agua son las precipitaciones, existen otros factores como son la capacidad de almacenamiento de los lagos, humedales y embalses artificiales, la permeabilidad del subsuelo debajo de esta masas de agua, características de escurrimiento del sustrato de la cuenca, periodo de las lluvias y tasas locales de evaporación, que varían con el clima de la zona.

Qué son las reservas de agua natural y artificial - Reservas de aguas superficiales

Qué son las reservas de agua natural y artificial - Reservas de aguas superficiales


Reservas de agua hiporreica

Estas incluyen el agua que fluye a través de rocas y gravas del fondo de otras masas de agua y las características del suelo en la zona hiporreica. Es por esto, que en zonas de grandes valles, las reservas agua hiporreica pueden superar al agua visible del curso o agua superficial.


El problema de estas reservas, aparte de que el acceso a ellas es más complejo que el de las reservas superficiales, es que en muchas zonas están contaminadas, no solo por la contaminación del agua superficial cercana, sino también por la contaminación del suelo.


Reservas de aguas subterráneas

Las reservas de aguas subterráneas, como su nombre indica, están bajo tierra y, concretamente, son las que incluyen a las masas de agua dulce que se encuentran en el espacio poroso de suelos y rocas. También incluyen el agua de los acuíferos bajo el nivel freático. En ocasiones, este tipo de aguas subterráneas, como el agua de los acuíferos, se llama agua fósil y hay que diferenciarla bien de las aguas hiporreicas, pues no son exactamente lo mismo.


Las reservas naturales de la desalinizaciones

La desalinización de las aguas es un ejemplo de la aplicación de procesos artificiales en la obtención de reservas de agua artificiales. El proceso de desalinización de aguas resulta caro comparado con otras fuentes de agua, por lo que este proceso es minoritario, usándose solo para usos de alto valor en zonas más áridas (como procesos industriales). Uno de los lugares de la Tierra en el que más se utiliza este proceso para obtener reservas de agua artificiales es el Golfo Pérsico, un lugar en el que escasea el agua en reservas naturales para estos procesos.


Reservas de agua congelada

Esta agua incluye las masas de agua que se encuentran en forma congelada dentro de los glaciares y casquetes polares. Por el momento, no aporta mucha agua a las reservas de agua dulce del planeta y tan solo se ha usado con fines científicos. De conseguirse en un futuro, este proceso artificial constituiría una reserva artificial de agua, ya que sería extraída de forma artificial.


Qué son las reservas de agua natural y artificial - Reservas de agua congelada


 



EL AGUA Y SU CICLO

1- El agua es un recurso renovable, escaso y vulnerable

El agua es un elemento insustituible para el sostenimiento de la vida humana y el resto de los seres vivos, siendo al mismo tiempo un insumo imprescindible en innumerables procesos productivos. A pesar de ser renovable, la escasez del agua se manifiesta gradualmente a medida que aumentan las demandas y los conflictos por su uso. Su carácter de vulnerable se manifiesta en la creciente degradación de su calidad, lo cual amenaza la propia existencia de la vida.


2- El agua tiene un único origen

Toda el agua que utilizamos, ya sea que provenga de una fuente atmosférica, superficial o subterránea, debe ser tratada como parte de un único recurso, reconociéndose así la unicidad del ciclo hidrológico y su importante variabilidad espacial y temporal. La conectividad hidrológica que generalmente existe entre las distintas fuentes de agua hace que las extracciones y/o contaminaciones en una de ellas repercutan en la disponibilidad de las otras. De ello se desprende la necesidad de que el Estado ejerza controles sobre la totalidad de las fuentes de agua, dictando y haciendo cumplir la normativa para el aprovechamiento y protección de las diversas fuentes de agua como una sola fuente de suministro.

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EL AGUA Y EL AMBIENTE

3- Incorporación de la dimensión ambiental

La preservación de un recurso natural esencial como el agua es un deber irrenunciable de los Estados y de la sociedad en pleno. Por ser así, la gestión hídrica debe considerar al ambiente en todas sus actividades, desde la concepción misma de los proyectos y programas hasta su materialización y continua evolución. La incorporación de la dimensión ambiental en la gestión de los recursos hídricos se logra mediante el establecimiento de pautas de calidad ambiental, el desarrollo de evaluaciones ambientales estratégicas para planes y programas (etapa de preinversión), y la realización de evaluaciones de riesgo e impacto y de auditorías ambientales para proyectos específicos. Así, mediante el análisis de la vulnerabilidad ambiental, se busca reducir los factores de riesgo y lograr el equilibrio entre el uso y la protección del recurso.


4- Articulación de la gestión hídrica con la gestión ambiental

La interrelación que existe entre la gestión de los recursos hídricos y la problemática ambiental no admite compartimientos estancos entre las administraciones de ambos sectores. De ello se desprende la necesidad de otorgarle al manejo de los recursos hídricos un enfoque integrador y global, coherente con la política de protección ambiental, promoviendo la gestión conjunta de la cantidad y calidad del agua. Ello se logra mediante la actualización y armonización de las normativas y una sólida coordinación intersectorial tendiente a articular la gestión hídrica con la gestión ambiental, actuando en el marco constitucional vigente.


5- Articulación de la gestión hídrica con la gestión territorial

Las múltiples actividades que se desarrollan en un territorio (agricultura, ganadería, explotación forestal, minería, urbanización, industria) afectan de una u otra forma sus recursos hídricos. De ello se desprende la necesidad de imponer prácticas sustentables en todas las actividades que se desarrollen en las cuencas hídricas. Al mismo tiempo exige que el sector hídrico participe en la gestión territorial de las mismas, interviniendo en las decisiones sobre el uso del territorio e imponiendo medidas mitigatorias y restricciones al uso del suelo cuando pudiera conducir a impactos inaceptables en los recursos hídricos, especialmente aquellos relacionados con la calidad de las aguas, la función hidráulica de los cauces y los ecosistemas acuáticos.


6- Calidad de las aguas

Mantener y restaurar la calidad de las aguas constituye la meta de la gestión hídrica más valorada por la sociedad, lo cual demanda una efectiva complementación de las acciones desarrolladas por las autoridades hídricas provinciales y nacional. Con tal fin, la autoridad hídrica nacional establecerá a modo de presupuestos mínimos "niveles guía de calidad de agua ambiente" que sirvan como criterios referenciales para definir su aptitud en relación con los usos que le sean asignados. Sobre la base de tales criterios, las autoridades hídricas provinciales tendrán el cometido de establecer objetivos y estándares de calidad para sus cuerpos de agua y el de diseñar e implementar las acciones de evaluación y control tendientes a proteger o restaurar la calidad de sus cuerpos de aguas de acuerdo a los usos que les asignen a los mismos.


7- Acciones contra la contaminación

La contaminación de los recursos hídricos, que en nuestro país exhibe manifestaciones de diverso tipo y grado, exige asumir una estrategia integral conformada por acciones consistentes y sostenidas en el tiempo que permitan verificar la conservación de la calidad del agua ambiente o el cumplimiento de metas progresivas de restauración de dicha calidad. Tal estrategia involucra la definición de programas de monitoreo y control de emisión de contaminantes diferenciados para cada cuenca, con premisas de diseño e implementación fijadas en función de las características contaminantes prioritarias de los vertidos provenientes de fuentes fijas y dispersas, de las características de los cuerpos receptores y del destino asignado a estos últimos.


8- Agua potable y saneamiento como derecho humano básico

El consumo de agua no potable y la falta de servicios de saneamiento adecuados constituyen causas principales de enfermedades que impactan negativamente en el desarrollo de las comunidades, la salud de la población y la integridad de los ecosistemas. La atención a estos problemas exige la integración de las cuestiones relativas al agua potable y al saneamiento en las políticas de gestión de los recursos hídricos y la disponibilidad de recursos financieros permanentes para mejorar y aumentar las coberturas de agua potable y saneamiento para la totalidad de la población urbana y rural. Asimismo, el impacto de la contaminación directa e indirecta sobre las fuentes de agua destinadas al consumo humano requiere el desarrollo de investigaciones sistemáticas sobre la incidencia de su calidad en los indicadores de salud de la población.


9- Control de externalidades hídricas

La gestión integrada de los recursos hídricos debe prever y controlar externalidades negativas, explicitando los impactos ambientales y perjuicios a terceros que pudiera aparejar un determinado manejo, asignación del recurso o contaminación de una fuente de agua. Ello determina la obligatoriedad por parte de los responsables de internalizar los costos y asumir la recomposición o reparación de los daños ocasionados. En este contexto se destaca la aplicación de instrumentos jurídicos y económicos para desalentar la contaminación y estimular la inversión en tecnologías limpias que eviten o mitiguen la contaminación.


10- Impactos por exceso o escasez de agua

Las inundaciones recurrentes y la obstrucción del escurrimiento natural de las aguas constituyen serios problemas para vastas zonas del territorio nacional. Las soluciones que se adopten deben tener como premisa esencial evitar la traslación de daños y la adopción de medidas de mitigación y de restricción de ocupación de las áreas de riesgo, rescatándose el valor ambiental de las planicies de inundación para mitigar el impacto de las inundaciones. En situaciones de escasez deben evitarse las extracciones descontroladas de aguas superficiales y subterráneas que degraden los ecosistemas y atenten contra la sustentabilidad de los acuíferos. Ello exige ingentes esfuerzos de monitoreo y una estricta regulación conjunta de ambas fuentes de agua en términos de cantidad y calidad.


11- Conservación y reuso del agua

Las prácticas conservacionistas y el reuso del agua brindan oportunidades para el ahorro del recurso que derivan en importantes beneficios sociales, productivos y ambientales; beneficios que deben compartirse entre los múltiples usuarios del recurso. El reciclado del agua a partir de la modificación de procesos industriales, la disminución de los altos consumos de agua potable, el reuso de aguas residuales proveniente de centros urbanos e industriales en otras actividades, el aumento de eficiencia en el consumo de agua por el sector agrícola bajo riego; constituyen líneas de acción concurrentes en pos del uso racional y sustentable del recurso.

¿Nos quedaremos algún día sin agua?

Cuidado del agua

 


El agua, un recurso esencial

El agua es una fuente de vida insustituible y fundamental para el desarrollo de la sociedad. Además de ser esencial, el agua es un recurso agotable y cada vez más escaso a escala mundial.


Por ello, si logramos disminuir el consumo de agua potable, contribuiremos a preservar el medio ambiente y a mantener la calidad del servicio. Al mismo tiempo, podremos favorecer nuestra condición de vida y construir un importante vínculo solidario.


Por estas razones, es imprescindible que hagamos un uso apropiado del recurso.



Algunos datos de consumo:

El consumo de agua necesario por persona para vivir se estima en 80 litros diarios. Sin embargo en nuestro ámbito de concesión se consumen, en promedio, 300 litros diarios por persona.


Una canilla abierta verte entre 6 y 7 litrosde agua por minuto.

Las piletas de material tienen entre 50 mil y 70 mil litrosde capacidad de agua.

Las piletas de lona contienen entre 5 mil y 10 mil litrosde agua.

Una canilla que gotea desperdicia 12 mil litrosde agua anuales.

Un tanque de inodoro que pierde agua dilapida entre 34 mil y 80 mil litrospor año.

Consejos para el uso racional y solidario del agua potable:

Hacer un uso solidario del recurso: dado que el agua se distribuye a través de un sistema de cañerías interconectadas, el abuso de este recurso por parte de un sector perjudica necesariamente a toda la red.

Cuidar las reservas:Se recomienda mantener reservas de agua, tanto en la heladera para consumo y cocción de alimentos, como disponible en el tanque.

Evitar o restringir actividades como: riego de calles de tierra, pavimento, veredas y jardines, principalmente durante el día.

Utilizar baldes en lugar de mangueras para regar o realizar la limpieza hogareña, ya que de esta manera no se desperdicia el recurso.

Recuerde que no está permitida la utilización de bombas succionadoras en las viviendas, debido a que éstas restan presión a la red.

Piletas de lona

Tomar medidas para reducir al máximo la periodicidad con que se renueva el caudal.

Cubrir la pileta con una media sombra cuando no se usa para impedir el ingreso de hojas, polvo y cualquier otra materia orgánica.

Limpiar la superficie con una rejilla mosquitera, todos los días.

Diluir una taza de lavandina por cada mil litros de agua en una regadera y verterla por toda la superficie de la pileta los días de uso intensivo; hacerlo por la noche, ya que en el día las altas temperaturas bajan la concentración de cloro libre al hipoclorito de sodio (lavandina).

El vaciado como el llenado de piletas debe realizarse en horarios nocturnos.


Evitemos el derroche de agua potable

En verano y los días de calor aumenta la demanda de agua potable y, por tanto, la necesidad de evitar su derroche. En esta época, además de ser utilizada para ingesta, preparación de alimentos, higiene y quehaceres domiciliarios, comienza a ser usada con mayor frecuencia y en actividades recreativas, como el llenado de natatorios y piletas de lona.


Cabe destacar que al tratarse de un recurso limitado, su abuso por parte de un usuario o un sector tiene consecuencias para el resto de los consumidores, como menor presión o falta de agua.